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lunes, 28 de octubre de 2013

EL CONSEJO DE YAHOSHAFAT.



2Cr 18:6  Yahoshafat preguntó: "¿No hay aquí algún otro profeta a quien podamos consultar?"
2Cr 18:7  El rey de Israel le dijo: "Sí, hay un hombre por quien podríamos consultar a Yahuah, pero yo le tengo odio, pues nunca me profetiza el bien, sino el mal. Es Miqueas, hijo de Jimlá." Yahoshafat lo reprendió: "No hables de esta manera."

Odio, es lo que sentía  Acab, rey de Israel, por el profeta Micaías. Pues este profeta, a diferencia de los demás, no hablaba lo que el rey Acab quería escuchar, aquello que endulzara sus oídos, no se ponía en línea con el resto de los “profetas” a los que consultaba Acab.

Mas Micaías sabía a quién creía, tanto que tuvo la certeza de decirle a Acab “si tu vuelvas en paz, Yahuah no ha hablado por mi”. Eso mi amigo, es valor, el valor que da el saber que hablas la Palabra de Yah.

Acab sabía y sentía que cuando Micaías hablaba decía la verdad, pues cuando fue llevado Micaías delante de él le mintió y le dijo lo mismo que el resto de los profetas, mas sin embargo el rey le reprendió diciéndole “hasta cuando te pediré por el nombre de Yahuah que me hables solo la verdad”.

Si, Acab sentí en su corazón que Micaías le hablaba la verdad solo que se negaba a aceptarla, por que no le gustaba, prefería creerle a  la muchedumbre, todos aquellos que se decían profetas de Yah y que le decían lo que él quería escuchar, a pesar de que esto lo llevaría a su muerte.

Hoy día me toca ver a personas que escuchan cuando uno les habla de la Palabra de Yah y ver la expresión de su rostro conforme van comprendiendo, pero se niegan a creer y no por que no tengan esa certeza sino que prefieren escuchar lo que la mayoría dice, a pesar de que los mismos hechos muestran lo equivocado de sus palabras.

A pesar de que Acab sabía que Micaías era verdadero profeta de Yah y por lo tanto decía la verdad, él prefería ignorarlo y escuchar a la mayoría. Posteriormente esto le llevaría a la muerte.

Te invito a que no te dejes llevar por lo que dice la mayoría sino que escuches lo que es Palabra de Yah.

¿Quiero con esto decir que todos los demás están equivocados y solo yo tengo la verdad? NO, con esto quiero decir como dijo Yahoshafat, rey de Judá, a Acab, rey de Israel:

2Cr 18:4  Además dijo Yahoshafat al rey de Israel: Te ruego que consultes hoy la Palabra de Yahuah.

Shalom.

viernes, 25 de octubre de 2013

¿EN DONDE ESTA NUESTRA FORTALEZA?

2Cr 16:3  Hagamos una alianza como la hubo entre mi padre y tu padre; te envío plata y oro; ven, rompe tu alianza con Baasá, rey de Israel, para que se aleje de mí.

Estas palabras son las que Asa rey de Judá envió decir a Ben-Adad, rey de Aram (o Siria), solicitándole ayuda para enfrentar a Baasá rey de Israel, quien había sitiado el territorio de Judá.

Bassá respondió afirmativamente, vino y apoyo a Judá en su guerra contra Israel y lograron la victoria. Cabe destacar que junto con este mensaje Asa, rey de Judá, también envió oro y plata a Baasá a fin de convencerle.

Podríamos decir que esta había sido una buena sociedad para alcanzar uno objetivo, vencer a su enemigo.

Sin embargo tras esto vemos al profeta Hanani llegar ante la presencia de Asa, rey de Judá, y decirle de parte de YAHUAH que dado que se apoyo en el rey de Siria, que también era enemigo suyo, este se le había escapado de las manos.
Tras esto le recordó que anteriormente (cap. 14) había enfrentado a un ejército mucho más poderoso, como lo era el ejército Etíope y Libio, y que Asa  se había apoyado entonces en Yahuah y este le había dado la victoria.
Después de esta victoria el profeta Azarías (Azaryah) vino de parte de Yah y le dijo las siguientes palabras:
Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Yahuah estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará. (2 Cro. 15:2).


Ahora por el hecho de haberse apoyado en Siria y no en Yahuah la paz que Judá había tenido seria quitada de en medio de ella.

Duro ejemplo es este que Yah ejerce sobre la casa de Judá a causa de que Asa prefirió confiar en un hombre en lugar de confiar en Yah para vencer al ejército Israelita.
Había sido Yah quien anteriormente le había dado la victoria sobre un muy poderoso ejército Etíope y Libio, pues Judá se había entregado y confiado plenamente en Yah.
Pero ahora que Judá estaba prospero y tenia tesoros bastos, dejo de lado a su Alahym (Dios) y prefirió confiar en sus riquezas para comprar la victoria de mano de una nación que era su enemiga y que posteriormente se volvería contra Judá.

Asa se olvido de buscar a Yah, las palabras de Yah para él fueron que las guerras se multiplicarían sobre Judá. Asa en lugar de arrepentirse entro en gran cólera y encarcelo al profeta por llevarle esta visión.
Un año después Asa enfermo gravemente de sus pies, pero aun así prefirió apoyarse en los curanderos en lugar de buscar de Yah.

-En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Yahuah, sino a los médicos.
2 cro. 16:12

Las luchas, pruebas y dificultades siempre estarán presentes en nuestra vida, mientras formemos parte de este mundo.
Ahora ¿Qué haremos? ¿Confiaremos en el dinero? ¿En los hombres? ¿O en Yahuah el único Alahym verdadero?

Así ha dicho Yahuah: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Yahuah.  (Jer. 17:5).


Shalom.