El fisicoculturista debe saber que para alcanzar su objetivo (tener un físico perfecto) debe pasar por distintas etapas de entrenamiento y combinar distintas disciplinas.
Dentro de las etapas de entrenamiento debe aprender a ir con paciencia, pues el desarrollo muscular no se dará de un día a otro, vamos ni siquiera en pocas semanas.
Tras iniciar con poco ejercicio y rutinas cortas, estas se incrementaran con el pasar del tiempo.
Debe también cuidar su alimentación y su descanso pues son vitales para la recuperación y el crecimiento muscular.
De igual manera el seguidor del Mesías debe aprender a ejercitar su espíritu por que esto le traerá un mayor crecimiento en el Camino de YAH.
Y es que un hijo de YAH que no se ejercita constantemente no podrá enfrentar los retos que se le vengan en su andar por la vida, pues al igual que un fisicoculturista se entrena para afrontar las competencias que se le presenten también el hijo de YAHUAH debe estar listo pero sus desafíos.
Al igual que un atleta entrena recorriendo primero cortas distancias o cargando poco peso en el gimnasio para después ir incrementando poco a poco un poco más. El hijo de YAH debe comenzar poco a poco su ayuno, ese que no se basa en dejar de lado la comida solida por mero esfuerzo de la carne, sino que se alimenta de algo mejor y que no es de este mundo.
Mientras el atleta descansa lo suficiente para recuperarse, el hijo de YAH debe aprender a orar constantemente pues es en la oración donde deja sus cargas y reposa ante la presencia del Todopoderoso.
El atleta cuida su alimentación para un mejor desarrollo y crecimiento muscular, de igual manera el hijo de YAH debe cuidar con que alimenta su espíritu, esto es debe tener cuidado con lo que escucha, con lo que mira, con lo que lee, etc. Recuerde que “de la abundancia del corazón habla la boca”.
Dentro del fisicoculturismo existe una frase que dice “sino duele, no sirve” refiriéndose al dolor que debe quedar en el musculo tras una rutina de entrenamiento, para considerarla satisfactoria. De igual manera nadie dice que andar en el Camino del Mesías Yahusha sea sencillo, pero como bien dice el Apóstol Pablo en II Corintios 4:16-17
“16 Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día, 17 pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;”
Es dentro del mismo tenor del ejercicio que el Apóstol nos invita a ejercitarnos cada día y a crecer en las cosas del Señor “……Ejercítate para la piedad, 8 porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera.” 1 CORINTIOS 9:24-27.
Así que hermanos consideremos el entrenar cada día para un mayor crecimiento en nuestra fortaleza espiritual a fin de alcanzar nuestro objetivo y no ser como los fisicoculturistas que tras dejar los entrenamientos y rutinas terminan con cuerpos aguados, flácidos y débiles. Nosotros debemos mantenernos en constante entrenamiento para que nuestra fortaleza espiritual se imponga cada día en cada reto y prueba que se nos presente en esta vida, hasta que logremos alcanzar nuestra corona incorruptible en el Mesías Yahusha.
24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26 Así que yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire; 27 sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
SHALOM.