2Cr 16:3 Hagamos una alianza como la hubo entre mi padre y tu padre; te envío
plata y oro; ven, rompe tu alianza con Baasá, rey de Israel, para que se aleje
de mí.
Estas
palabras son las que Asa rey de Judá envió decir a Ben-Adad, rey de Aram (o
Siria), solicitándole ayuda para enfrentar a Baasá rey de Israel, quien había sitiado el territorio de Judá.
Bassá
respondió afirmativamente, vino y apoyo a Judá en su guerra contra Israel y
lograron la victoria. Cabe destacar que junto con este mensaje Asa, rey de Judá,
también envió oro y plata a Baasá a fin de convencerle.
Podríamos
decir que esta había sido una buena sociedad para alcanzar uno objetivo, vencer
a su enemigo.
Sin embargo
tras esto vemos al profeta Hanani llegar ante la presencia de Asa, rey de Judá,
y decirle de parte de YAHUAH que dado que se apoyo en el rey de Siria, que
también era enemigo suyo, este se le había escapado de las manos.
Tras esto le
recordó que anteriormente (cap. 14) había enfrentado a un ejército mucho más
poderoso, como lo era el ejército Etíope y Libio, y que Asa se había apoyado entonces en Yahuah y este le
había dado la victoria.
Después de
esta victoria el profeta Azarías (Azaryah) vino de parte de Yah y le dijo las
siguientes palabras:
Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Yahuah estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará. (2 Cro. 15:2).
Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Yahuah estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará. (2 Cro. 15:2).
Ahora por el
hecho de haberse apoyado en Siria y no en Yahuah la paz que Judá había tenido
seria quitada de en medio de ella.
Duro ejemplo
es este que Yah ejerce sobre la casa de Judá a causa de que Asa prefirió
confiar en un hombre en lugar de confiar en Yah para vencer al ejército
Israelita.
Había sido
Yah quien anteriormente le había dado la victoria sobre un muy poderoso ejército
Etíope y Libio, pues Judá se había entregado y confiado plenamente en Yah.
Pero ahora
que Judá estaba prospero y tenia tesoros bastos, dejo de lado a su Alahym
(Dios) y prefirió confiar en sus riquezas para comprar la victoria de mano de
una nación que era su enemiga y que posteriormente se volvería contra Judá.
Asa se
olvido de buscar a Yah, las palabras de Yah para él fueron que las guerras se
multiplicarían sobre Judá. Asa en lugar de arrepentirse entro en gran cólera y
encarcelo al profeta por llevarle esta visión.
Un año
después Asa enfermo gravemente de sus pies, pero aun así prefirió apoyarse en
los curanderos en lugar de buscar de Yah.
-En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Yahuah, sino a los médicos.
2 cro. 16:12
-En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Yahuah, sino a los médicos.
2 cro. 16:12
Las luchas, pruebas y dificultades siempre estarán presentes
en nuestra vida, mientras formemos parte de este mundo.
Ahora ¿Qué haremos? ¿Confiaremos en el dinero? ¿En los
hombres? ¿O en Yahuah el único Alahym verdadero?
Así ha dicho Yahuah: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone
carne por su brazo, y su corazón se aparta de Yahuah. (Jer. 17:5).
Shalom.
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