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viernes, 25 de octubre de 2013

¿EN DONDE ESTA NUESTRA FORTALEZA?

2Cr 16:3  Hagamos una alianza como la hubo entre mi padre y tu padre; te envío plata y oro; ven, rompe tu alianza con Baasá, rey de Israel, para que se aleje de mí.

Estas palabras son las que Asa rey de Judá envió decir a Ben-Adad, rey de Aram (o Siria), solicitándole ayuda para enfrentar a Baasá rey de Israel, quien había sitiado el territorio de Judá.

Bassá respondió afirmativamente, vino y apoyo a Judá en su guerra contra Israel y lograron la victoria. Cabe destacar que junto con este mensaje Asa, rey de Judá, también envió oro y plata a Baasá a fin de convencerle.

Podríamos decir que esta había sido una buena sociedad para alcanzar uno objetivo, vencer a su enemigo.

Sin embargo tras esto vemos al profeta Hanani llegar ante la presencia de Asa, rey de Judá, y decirle de parte de YAHUAH que dado que se apoyo en el rey de Siria, que también era enemigo suyo, este se le había escapado de las manos.
Tras esto le recordó que anteriormente (cap. 14) había enfrentado a un ejército mucho más poderoso, como lo era el ejército Etíope y Libio, y que Asa  se había apoyado entonces en Yahuah y este le había dado la victoria.
Después de esta victoria el profeta Azarías (Azaryah) vino de parte de Yah y le dijo las siguientes palabras:
Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Yahuah estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará. (2 Cro. 15:2).


Ahora por el hecho de haberse apoyado en Siria y no en Yahuah la paz que Judá había tenido seria quitada de en medio de ella.

Duro ejemplo es este que Yah ejerce sobre la casa de Judá a causa de que Asa prefirió confiar en un hombre en lugar de confiar en Yah para vencer al ejército Israelita.
Había sido Yah quien anteriormente le había dado la victoria sobre un muy poderoso ejército Etíope y Libio, pues Judá se había entregado y confiado plenamente en Yah.
Pero ahora que Judá estaba prospero y tenia tesoros bastos, dejo de lado a su Alahym (Dios) y prefirió confiar en sus riquezas para comprar la victoria de mano de una nación que era su enemiga y que posteriormente se volvería contra Judá.

Asa se olvido de buscar a Yah, las palabras de Yah para él fueron que las guerras se multiplicarían sobre Judá. Asa en lugar de arrepentirse entro en gran cólera y encarcelo al profeta por llevarle esta visión.
Un año después Asa enfermo gravemente de sus pies, pero aun así prefirió apoyarse en los curanderos en lugar de buscar de Yah.

-En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Yahuah, sino a los médicos.
2 cro. 16:12

Las luchas, pruebas y dificultades siempre estarán presentes en nuestra vida, mientras formemos parte de este mundo.
Ahora ¿Qué haremos? ¿Confiaremos en el dinero? ¿En los hombres? ¿O en Yahuah el único Alahym verdadero?

Así ha dicho Yahuah: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Yahuah.  (Jer. 17:5).


Shalom.



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