Por el Pastor Juan X. Perez:
Dios tiene una nueva experiencia para darte cada día
“Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre” (Salmos 145:2).
Cuando estaba con cerca de 80 años, el grande violonchelista Pablo Parejas continuaba ensayando su instrumento musical por cuatro o cinco horas diarias. Un amigo le preguntó, cierta vez, por qué continuaba practicando con tanta determinación, a su edad. La respuesta del músico fue: “Porque yo percibo qué continuo haciendo progresos.”
El mayor problema de nuestras vidas espirituales es creer que no necesitamos de nuevas experiencias, de una renovación, de un crecimiento que nos motive aún más a buscar a Dios. Creemos que ya somos salvos, que ya conocemos la Biblia, que ya hicimos mucho por la obra del Señor, y que nada más podrá traernos algún regocijo.
Nos Sentimos frustrados por no tener más aquél primer amor, por no querer más pasar un tiempo en oración delante de Dios, por no encontrar más un estímulo para evangelizar, por no interesarnos más en estudiar la Palabra de Dios.
¡No debe ser así! Debemos querer un algo más, continuar caminando en el centro de la voluntad de Dios, una aproximación mayor a nuestro Salvador. La vida cristiana debe ser vivida diariamente, a cada instante, en cualquier circunstancia.
No basta quedarse en casa orando, no basta leer la Biblia cuando nos sobra tiempo, no basta oír el sermón a través de un CD adquirido en la iglesia, no basta preguntar al hermano sobre las reuniones, no basta pedir oración por el teléfono, no basta oír himnos en una emisora cualquiera de radio. Es necesario envolvimiento, participación, complicidad, presencia real y constante. Si yo conseguí mi bendición hoy, debo ir a buscar una nueva bendición mañana. Cada día es un nuevo día, cada experiencia es una nueva experiencia. El maná espiritual de Dios solo sirve para un día. Nuevos manás vendrán y no podemos perderlos en hipótesis alguna.
Recuerde: Dios tiene una nueva experiencia para dar… cada día.
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