Ecl 8:8
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el
espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal
guerra, ni la impiedad librará al que la posee.
Si hay algo en lo que las personas
pensamos poco eso es, sin duda, la muerte propia. No solemos pensar en ella
como algo próximo. De hecho a nadie le gusta pensar en la muerte.
Cuando usted acude un velorio y ve
un cuerpo dentro de un ataúd vera que parece “como si estuviera vivo”, esto se
debe a que las personas que trabajan en la funeraria se encargan de lavarlo,
maquillarlo y hacer todo lo que se tenga que hacer para que parezca “como si
estuviera vivo”.
Se aferran a tratar de seguir o
parecer vivos. Sin embargo, como leíamos al principio, la Palabra de Dios dice
que la guerra contra la muerte física está perdida, ni un arma vale ante ella.
Escrito esta que muramos una vez y después de esto el juicio. (Heb 9:27).
La muerte física es algo para lo
que nadie está preparado y aquellos que “lo
están” lo más que hacen es comprar su
paquete velatorio y un seguro de vida para su familia. ¿Pero que de la
verdadera muerte? La muerte espiritual.
Lo que hizo que el Apóstol Pablo
dijera - para mí el vivir es Cristo, y
el morir es ganancia-, fue la certeza de que si llegara a morir físicamente su alma tenía un lugar asegurado al lado del
Señor Jesús.
Dice el apóstol Juan que el verdadero
amor hecha fuera todo temor, alguien que
está lleno del verdadero amor (Jesucristo) no tiene por qué temer, sabe que su
vida está asegurada a Su lado.
Como hijos de Dios no debemos
temer sino que al igual que Pablo decretar esto como ganancia, pues sabemos que
al partir de este lugar terrenal entraremos al celestial para morar con nuestro
Dios y Salvador Jesús.
Si hasta hoy en algo le hemos
fallado déjame decirte que este es el día que hizo el Señor, día para venir y
ponernos a cuentas con Él, día para corregir nuestro camino y poder decir con
gozo.
Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
Bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
OPINA, PERO NO INSULTES POR FAVOR.